CAPITANA DE LA COMPAÑÍA 8: ENTRE EL SONIDO DE LA ALARMA Y EL LLAMADO DE SER MADRE
En el Día de las Madres, la Capitán de la Compañía 8 Los Halcones de Juan Díaz abrió una ventana a su vida, esa que transcurre entre el uniforme, las emergencias y las voces de cuatro adolescentes que la llaman mamá. Su testimonio refleja el rostro más humano del servicio bomberil: el de las mujeres que salvan vidas sin dejar de sostener un hogar.
Con serenidad y firmeza, compartió que tres de sus hijos ya cursan estudios universitarios, mientras la menor se prepara para seguir el mismo camino. Cada logro de ellos —explica— ha sido forjado entre turnos, capacitaciones y noches en vela, demostrando que la maternidad puede convivir con la vocación de servir, aunque el equilibrio no siempre sea sencillo.
Ser bombera ya implica un compromiso extraordinario. Ser madre, también. Pero para ella, ambos roles se entrelazan: “Cuando eres jefa de compañía, tus unidades también se convierten en parte de tu familia”, afirma. Acompañarlas, guiarlas y estar presente en los momentos difíciles es, muchas veces, asumir un rol maternal dentro del mismo cuartel.
Además de su servicio voluntario en el Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, se desempeña como docente y administrativa en una institución del Estado. Ajusta horarios, reorganiza rutinas y multiplica esfuerzos para no descuidar ni a su familia ni a su tropa. Cada día es diferente, pero en todos late la misma convicción: servir.
Con emoción, reveló que uno de sus hijos sueña con seguir sus pasos y convertirse en miembro de la Compañía 8. “Eso me llena de orgullo”, aseguró, porque reconoce que ese anhelo nace del ejemplo que ha construido con sacrificio y constancia.
En esta fecha especial, la Capitán envió un mensaje a todas las madres bomberas del país —en especial a las de Los Halcones de Juan Díaz— agradeciendo su entrega y la fuerza con la que sostienen dos misiones: la de proteger a Panamá y la de proteger a sus propios hijos.
YW
