Han transcurrido 111 años desde la Tragedia de El Polvorín, en la que fallecieron seis valientes bomberos al enfrentar un incendio devastador, inesperado y de gran magnitud.
El siniestro ocurrió en la madrugada del 5 de mayo de 1914, cuando la alarma de la cajilla 54 alertó sobre el incendio, narró el historiador y miembro del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, Roger Serrano.
Acudieron bomberos de la Guardia Permanente y voluntarios de 2 cuartele, el Central en Santa Ana y Calidonia.
«Cuando se disponian a vertir el agua, pero hubo una gran explosión gritos,llantos y dolor, heridos y muertos dejó el nefasto hecho.
Según Serrano, “con esta tragedia, el Cuerpo de Bomberos de aquel entonces marcó y coronó con coronas de sangre la historia de la institución. Selló el compromiso y la valentía de sus miembros, quienes, aun conscientes del peligro, llegaron para salvar vidas y enfrentar el fuego”.
La Tragedia de El Polvorín, como se le conoce, fue la mayor explosión registrada en un edificio que almacenaba municiones y pólvora, en la recién fundada República de Panamá. El lugar exacto del siniestro, donde hoy se erige un monumento en honor a los “héroes caídos”, se encuentra en la Avenida Transístmica, contiguo al Hospital Santa Fe.
Cada 5 de mayo es una fecha de conmemoración, cargada de profundo significado y reflexión. En el programa conmemorativo, se incluye además de los honores, un homenaje simbólico conocido como “Pasar lista”, en el que, el jefe de la Guardia Permanente, hoy dirección de Operaciones, nombra a cada uno de los bomberos caídos, en memoria de su sacrificio, explicó Serrano.
Los héroes que ofrendaron su vida con valentía y compromiso fueron:
Alonso Teleche
- Juan Bautista Beltrán
- Félix Antonio Álvarez
- Luis de Bazach
- Luis Buitrago
- Faustino Rueda
También resultaron heridos: Cnel. Darío Vallarino, quien perdió una pierna a causa de la explosión, y el cabo José Thompson, quienes desde ese momento debieron usar prótesis.
La Tragedia de El Polvorín marcó un antes y un después en la historia del Cuerpo de Bomberos de Panamá, dejando una huella imborrable de dolor en la familia bomberil. A más de un siglo de aquel acto heroico, aún se reconoce el esfuerzo, el sacrificio y el ejemplo de abnegación, honor y disciplina de quienes fueron los primeros mártires del deber.