A 9 AÑOS DE LA TRAGEDIA DE LA CRESTA: PRESENTE EN LA MEMORIA DE LOS BOMBEROS

Transcurría el lunes 23 de octubre de 2006 y en el entonces Cuerpo de Bomberos de Panamá hoy Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá –BCBRP- el  trabajo continuaba con regularidad. Sin embargo un hecho convertido en tragedia demandaría la presencia de los “camisas roja”. Se trataba del bus 8B-06 del Corredor Norte, ruta Mano de Piedra que se incendió en la Avenida Martin Sosa en La Cresta, con saldo fatal de 18 personas calcinadas, otros severamente afectados con quemaduras en su cuerpo y secuelas traumáticas.

Hablar del tema, quiebra la voz y provoca que las manos nerviosas lleguen a los rostros para evitar que las lágrimas asomen y eso es humano, pues presenciar semejante escenario que conllevó mucho dolor, le quitó literalmente el sueño a muchos e impactaría sin duda, su actuar bomberil para siempre.

PRIMERA SALIDA

Remontándonos al 23/6/2006, el Subteniente José Luis García de la Comandancia está en el área de Mecánica y suena la alarma. Se trata de 10-70 “Charlie”. Es la clave para identificar alarma por auto incendiado. De repente cambia el tenor de la emergencia “¡Atención 1073-múltiples 10-05”, traducido sería: Incendio declarado, solicitud  de apoyo de unidades voluntarias por múltiples heridos. No dudan en actuar. El traslado a la Avenida Martín Sosa es de rigor. Ya el Comandante Jefe de los Bomberos Mario Ramírez está allí y Luis Rodríguez al frente de la Guardia Permanente. El Subteniente García describe la escena como “dantesca” y la emotividad se apodera de él. No puede evitar el pensamiento de que su esposa eventualmente viaja en buses de Corredor y llama sin respuesta. Se le acelera el corazón pero al exteriorizar su inquietud, un compañero le precisa que la ruta es diferente a la usada por ella y aunque le sigue preocupando el paradero de ese ser querido, el trabajo le demanda aunque es “duro” según sus propias palabras.

Han pasado 9 años, el Subteniente García hoy es Capitán y sigue laborando en Comandancia. Los recuerdos le vienen a la mente y se entristece mas rescata la tarea titánica que llevaron adelante para sacar a los ocupantes sin vida del armatoste quemado de lo que en algún momento fue un bus de Corredor.

Al llamado acudieron todos. Voluntarios, Rescatistas. Con poco equipo, reconoció, se hizo un trabajo importante.

ATENCIÓN PRE-HOSPITALARIA

Actualmente el BCBRP cuenta con el Servicio de Atención Médica Pre Hospitalaria y de Rescate–SAMER-. Dentro de sus filas está el Mayor Ricaurte Vergara, quien precisa que siendo Subteniente en ese tiempo se trasladó junto a otros cinco compañeros en la ambulancia 145 de Balboa (la primera en escena). Era la 1:15 p.m. El trabajo fue extenuante.

Inicio de semana. Era caótico describe el Mayor Vergara. Sin embargo, el pesar de la ciudadanía y la impotencia eran evidentes.

En la ambulancia de los bomberos se trasladó a la enfermera Ligia Atencio, una de las más afectadas, sobreviviente de la tragedia, al Complejo Hospitalario Metropolitano de la Caja de Seguro Social. El Mayor Vergara recuerda que una y otra vez decía “necesito mucha ayuda, estoy muy quemada”. La respuesta no se hizo esperar en palabra y en acción.

De igual manera recuerda que trasladaron a una señora con una niña de cinco (5) años de edad, ambas quemadas. La señora decía: “ayuden a mi niña” y la llevan al Hospital del Niño. Posteriormente la dama recibe atención en el Hospital Santo Tomás.

A título personal, el Mayor Vergara precisa que en ese bus falleció una compañera de trabajo del Hospital Nacional, donde él labora adicionalmente desde hace 18 años. El nombre de esa compañera era Rosa Rodríguez.

Ayer, hoy y siempre aboga como especialista de la salud y bombero por la prevención contra incendios como la mejor herramienta para evitar tragedias como ésta.

INVESTIGACIÓN

Para el Subdirector de Seguridad, Prevención e Investigación de Incendios -DINASEPI-, Capitán Juan De Arco, este hecho, resultó por demás impactante porque acudió en calidad de Inspector Encargado de la Unidad de Investigación de Incendios.

Narra cómo al llegar al lugar, los compañeros de la otrora Guardia Permanente hoy Extinción, Búsqueda y Rescate ya habían procurado que el fuego cesara. Sin embargo, la tarea a realizar por parte de los inspectores sería de suma sensibilidad, pues de lo aparente, pasarían a la sorpresa, para finalmente como humanos, hacerse eco, de un hecho trágico que marcaría sus vidas.

El Capitán De Arco dijo que entraron a la “escena” con la información previa de pocas víctimas. Sin embargo, la sorpresa se iba apoderando de ellos en la medida en que aparecían más cadáveres, algunos “abrazados”, otros ubicados en la parte posterior del bus que como se recordará no tenía puerta de salida e inclusive encontraron cadáveres bajo los asientos.

El lugar sería acordonado por seguridad. Se haría un trabajo conjunto con la entonces Policía Técnica Judicial y el Ministerio Público para la respectiva evaluación e investigación.

REFLEXIÓN

Sin duda, la tragedia del bus en La Cresta es un hecho trascendental que marcó la vida de los panameños para siempre.

A las víctimas nuestra plegaria sincera al Altísimo por su eterno descanso, a los sobrevivientes reconocimiento por su lucha incansable, a sus familiares y amistades mantener vivo el recuerdo de sus seres queridos. A los colegas periodistas reconocimiento por el registro de los hechos y a los bomberos (as) ¡Gracias! por estar siempre presentes a pesar de la adversidad.

Por: Dinora Villarreal. Directora Nacional de Información y Relaciones Públicas del BCBRP.