LA BANDERA NACIONAL, SÍMBOLO DE IDENTIDAD Y ORGULLO QUE INSPIRA RESPETO EN CADA PANAMEÑO

 

La Bandera Nacional de la República de Panamá, símbolo de identidad y orgullo patrio, fue diseñada por Don Manuel E. Amador T. y refleja en sus colores y formas la historia y los valores que dieron vida a nuestra nación. Según explicó el Lcdo. Vladimiro Berrío Lemm, director de la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación (CONASINA), “la bandera panameña representa el equilibrio político y moral que permitió la consolidación de nuestra independencia”, resaltando su importancia como símbolo de unidad y respeto entre todos los ciudadanos.

Significado de los colores y elementos

Su estructura está compuesta por cuatro cuarteles: blanco con una estrella azul, rojo, azul y blanco con una estrella roja. Cada uno de ellos encierra un profundo significado: el azul representa el Partido Conservador, el rojo al Partido Liberal y el blanco simboliza la paz que debe reinar entre ambos. El Lcdo. Berrío Lemm destacó que “las estrellas de cinco puntas evocan la pureza, la honestidad, la autoridad y la ley, virtudes que guían la vida cívica de nuestra nación”.

El diseño busca reflejar la armonía política y el compromiso cívico del pueblo panameño, convirtiéndose en un símbolo de reconciliación y esperanza.

Dimensiones y proporciones oficiales

La Bandera Nacional tiene forma rectangular con una proporción de una unidad de medida de alto por una y media de largo. Las estrellas, de cinco puntas, deben tener una proporción de un cuarto del alto o un sexto del largo, manteniendo siempre la simetría y equilibrio visual.

De acuerdo con el Lcdo. Berrío Lemm, “las proporciones no son un simple detalle técnico, sino una forma de garantizar la integridad del símbolo y su correcta reproducción en cualquier contexto, ya sea en tierra, mar o aire”. En casos excepcionales, la Bandera puede tener adaptaciones aprobadas en el Manual de Uso y Reproducción de los Símbolos de la Nación, especialmente en versiones navales o internacionales.

Reglas de uso y conservación

El uso de la Bandera Nacional es obligatorio en los edificios públicos, instituciones del Estado y embarcaciones panameñas. También debe ondear diariamente en los despachos superiores de los ministerios, gobernaciones y sedes diplomáticas. Igualmente, se enarbola durante las efemérides patrias y en lugares emblemáticos como el Cerro Ancón, los puentes de las Américas y Centenario, y los aeropuertos internacionales.

Según el director de la CONASINA, “izar la bandera cada día no debe verse como una costumbre, sino como un acto de civismo que fortalece el sentido de identidad nacional”. En los centros educativos y oficinas públicas debe izarse desde las siete de la mañana y arriarse a las seis de la tarde. Si permanece enarbolada en horario nocturno, debe estar debidamente iluminada.

La ley también establece que las banderas en mal estado deben entregarse a las gobernaciones para su cremación en ceremonias protocolarias privadas. Aquellas de valor histórico se conservarán en el Museo de Historia de Panamá, acompañadas de un relato que detalle su procedencia y relevancia.

Usos permitidos en la vida nacional

El Estado exhorta a la ciudadanía a utilizar la Bandera, listones o pollerines en comercios, residencias y eventos cívicos, especialmente durante las fiestas patrias. Además, la Bandera puede ser portada en desfiles, marchas pacíficas, funerales oficiales o actos en memoria de panameños ilustres, siempre dentro del marco del respeto y el protocolo.

También puede colocarse en documentos oficiales, medios de transporte de altas autoridades, y representaciones diplomáticas, siguiendo las normas internacionales de protocolo. En toda disposición donde participe la Bandera Nacional junto a otras, debe ocupar siempre el sitio de honor.

Prohibiciones y respeto al símbolo patrio

El marco legal es claro en cuanto al respeto que merece la Bandera Nacional. Se prohíbe quemarla, mancharla o tratarla en forma irrespetuosa. Asimismo, no puede usarse con fines comerciales, incorporarse en logotipos, uniformes privados o ser exhibida en lugares inapropiados como cantinas, clubes nocturnos o sitios de azar.

El Lcdo. Berrío Lemm subrayó que “cuidar el buen uso de los símbolos nacionales no es una obligación menor; es un deber patriótico que refleja el amor y respeto hacia la identidad panameña”. También recordó que las autoridades competentes están facultadas para decomisar y destruir cualquier reproducción incorrecta o irrespetuosa del emblema nacional.

Un símbolo que une generaciones

Finalmente, el director de la CONASINA recalcó que “la Bandera Nacional no es solo un emblema del pasado, sino un compromiso permanente con los ideales de libertad, justicia y respeto”. Mantenerla limpia, en alto y en buen estado representa el orgullo y la responsabilidad de cada panameño hacia su patria.

La Bandera Nacional ondea como un recordatorio vivo de nuestra historia y de la unidad que distingue a Panamá ante el mundo. Su respeto, uso correcto y conservación son actos de amor que fortalecen nuestra identidad y renuevan, día a día, el compromiso con la nación.

YW