PROTOCOLO TÉCNICO DE DESCONTAMINACIÓN DEL PERSONAL MATPEL TRAS EMERGENCIAS CON MATERIALES PELIGROSOS

El Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, a través de su Unidad de Materiales Peligrosos (MATPEL), mantiene en ejecución un protocolo técnico de descontaminación dirigido al personal interviniente luego de la atención de emergencias que involucran sustancias químicas, biológicas o radiológicas. Este procedimiento busca minimizar la exposición secundaria, asegurar la integridad operativa del equipo y garantizar una reincorporación segura del personal y los recursos a futuras intervenciones.

El Cabo Primero Alberto Verguido, especialista de la unidad, explicó que el proceso se estructura en cuatro etapas fundamentales. La primera etapa es la recolección inicial de los equipos, herramientas y accesorios potencialmente contaminados. Esta fase contempla la remoción de contaminantes gruesos mediante una ducha de descontaminación con una tina, donde se aplica abundante agua para eliminar residuos superficiales adheridos a los trajes y equipos.

La segunda etapa corresponde a la descontaminación técnica, llevada a cabo dentro de la zona tibia, que actúa como área de transición entre la zona caliente y la zona fría. En este espacio se establece un carril de descontaminación equipado con duchas, tinas y personal especializado. Se utiliza agua a presión, cepillos para limpieza manual y, en algunos casos, jabón con pH neutro para neutralizar los contaminantes sin dañar el equipo.

En la tercera etapa, el personal accede a la zona de vestimenta, donde se procede al retiro controlado del equipo de protección personal. Esta acción marca la finalización del proceso de descontaminación activa y debe realizarse cuidadosamente para evitar cualquier transferencia de residuos hacia el cuerpo del interviniente o a zonas seguras.

Finalmente, la cuarta etapa consiste en la evaluación, limpieza y reacondicionamiento del equipo utilizado. Cada pieza es inspeccionada visualmente para detectar posibles cortes, rayaduras o fugas, y se somete a pruebas de presión para comprobar su integridad estructural. De ser necesario, los equipos se colocan en cuarentena por un periodo de 3 a 6 días dependiendo del nivel de exposición. Una vez superadas todas las pruebas, el equipo es reincorporado a servicio operativo.

MAH