SAMER: VOCACIÓN, RAPIDEZ Y ESPERANZA AL SERVICIO DE PANAMÁ
En los momentos más críticos, cuando la vida pende de segundos y el miedo invade a quienes esperan ayuda, hay un equipo que responde sin titubeos: SAMER, los Servicios de Atención Médica Prehospitalaria del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Panamá.
Creado como el brazo médico de esta histórica institución, SAMER se ha consolidado como un grupo de profesionales de élite, con una misión que va mucho más allá de atender emergencias: brindar esperanza cuando todo parece perdido.
Su trabajo, muchas veces invisible, es tan esencial como admirable. En cualquier jornada, los vemos actuar con precisión: inmovilizando a víctimas, usando desfibriladores, aplicando RCP, estabilizando pacientes en medio del caos. Pero también están ahí para lo humano: para consolar, abrazar, calmar, sostener.
“La rapidez salva vidas, pero la empatía también”, confiesa uno de sus paramédicos tras un simulacro. “Nos preparamos todos los días porque cada vida vale.”
Detrás de cada intervención hay incontables horas de preparación: entrenamientos físicos, simulacros, clases teóricas y coordinación con otras unidades. La formación continua es la base de su compromiso con la excelencia y la seguridad ciudadana.
SAMER no solo representa una respuesta médica, representa una promesa cumplida. La promesa de que, cuando alguien más los necesita, ellos estarán ahí: listos, firmes y humanos.
Porque donde otros ven una emergencia, ellos ven una oportunidad de servir.
SAMER: Vocación, rapidez y esperanza. Siempre listos. Siempre humanos.