
MAYOR FELIPE PEÑA: 25 AÑOS DE VOCACIÓN, SERVICIO Y ENTREGA
2 de octubre del año 2000. Una fecha marcada para siempre en la vida del Mayor Felipe Peña. Ese día, un joven con sueños y ganas de servir ingresó oficialmente a las filas del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá, acompañado de un familiar muy especial: su tío, Javier Peña, también bombero, conocido por su carácter combativo y su permanente preocupación por sus compañeros.
Lo que entonces se conocía como la Guardia Permanente, hoy la Dirección Nacional de Operación, Búsqueda y Rescate, se convirtió en su segundo hogar.
Ahí comenzó un camino lleno de desafíos, aprendizajes y momentos que marcarían su vida para siempre.
“Con cada curso que completaba, más entendía el valor y el compromiso de esta noble institución. Aprendí a amarla con cada paso que daba”, nos dice el Mayor Peña, visiblemente emocionado, con lágrimas en los ojos.
Durante estos 25 años, no todo ha sido fácil. Hubo momentos duros, de incertidumbre y dolor. Pero también incontables ocasiones de alegría, satisfacción y orgullo.
Compartió sus días con hombres y mujeres que no solo fueron compañeros de turno, sino que se convirtieron en familia. Ellos fueron parte esencial de su crecimiento como persona y como profesional.
“He vivido cosas que marcaron mi alma para siempre. Esta no es solo una profesión. Es un estilo de vida, una promesa constante de servicio que llevaré hasta el último de mis días.”
Hoy, el Mayor Felipe Peña pasa a retiro. Pero él lo deja claro: no se despide del todo.
“El retiro no es para siempre. Siempre estaré a disposición de mi institución. Cuando me necesiten, estaré listo para servir.”
Felipe Peña no se lleva solo los recuerdos. Se lleva la satisfacción de haber sido útil, de haber salvado vidas, de haber sido parte de un legado que honra la vida con Disciplina, Honor y Abnegación.
“Lo más valioso de estos 25 años no fue un acto heroico en particular. Fue saber que cada día, con cada acción, tuve la oportunidad de marcar una diferencia en la vida de alguien.”
Hoy lo despedimos con respeto, admiración y profunda gratitud.
Gracias, Mayor Peña. Su historia no termina aquí. Su vocación seguirá encendida en cada bombero que siga sus pasos.
dr.