EL OPERADOR DE VEHÍCULOS DE EXTINCIÓN: UNA FIGURA CLAVE EN LAS EMERGENCIAS

En toda emergencia, la coordinación y rapidez son fundamentales. Entre las piezas clave del engranaje operativo se encuentra el operador del vehículo de extinción, responsable de conducir y manejar el sistema técnico que permite abastecer de agua a los equipos de bomberos en plena acción. Esta función requiere conocimientos específicos sobre los controles del vehículo, especialmente sobre las válvulas que activan el suministro de agua hacia las líneas de ataque utilizadas por el personal en el frente del incendio.

El operador no solo debe garantizar el flujo constante y adecuado de agua, sino también calcular y balancear la presión en distintas líneas, con el fin de proteger tanto al equipo humano como la bomba del camión. Estas decisiones deben tomarse en tiempo real, con precisión y bajo condiciones de estrés, lo que convierte este rol en uno de los más exigentes dentro de una intervención de emergencia.

Durante el traslado hacia la escena, la seguridad de los ocupantes del vehículo es prioridad. Se utilizan cinturones de seguridad y se evalúa constantemente la velocidad, la cual puede ser alta dependiendo de la urgencia, pero siempre bajo control. El operador se encarga también de activar el sistema de luces, sirenas, el claxon y corneta, que emite un sonido más potente para advertir a los conductores y facilitar el paso en medio del tráfico.

El cabo segundo Ismael Bravo, de la Dirección Nacional de Operaciones de Búsqueda y Rescate, desempeña esta función con profesionalismo y compromiso. “Es fundamental conocer a fondo el vehículo y cuidar cada detalle técnico y de seguridad para que los bomberos puedan hacer su trabajo con eficiencia y sin riesgos innecesarios”, señala. Su testimonio refleja la importancia de este rol muchas veces silencioso, pero esencial para salvar vidas.

MAH